PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
Elegir el acabado adecuado para techos perforados es fundamental para preservar tanto la estética como el rendimiento a lo largo del tiempo, especialmente en contextos costeros y de Oriente Medio. Los recubrimientos de PVDF (fluoruro de polivinilideno) son una opción de alta gama: ofrecen una excelente resistencia a los rayos UV, estabilidad del color y resistencia química, manteniendo el color y el brillo durante muchos años bajo la exposición solar. El anodizado es otro acabado atractivo para el aluminio, ya que proporciona una capa de óxido duradera y resistente a la corrosión, integrada en la superficie del metal y que evita el caleo y el descascarillado.
El recubrimiento de polvo de poliéster ofrece un acabado uniforme y económico con buena adherencia; sin embargo, en entornos costeros adversos, se recomienda utilizar polvos de mayor calidad o imprimaciones protectoras para mejorar la resistencia a la corrosión por salitre. Las imprimaciones anticorrosivas aplicadas debajo de las capas de acabado prolongan la vida útil en atmósferas húmedas o salinas. Para lograr una alta reflectancia (optimización de la iluminación natural), utilice recubrimientos blancos o de alto índice de reflectancia (R) especialmente formulados, o bien, especifique un panel o revestimiento de soporte blanco/ópalo independiente detrás de la piel perforada para maximizar la reflexión difusa.
Las superficies de fácil mantenimiento —con acabados lisos y semibrillantes— simplifican la limpieza en climas polvorientos. Considere la aplicación de recubrimientos antimicrobianos en entornos sanitarios o alimentarios. Asegúrese de que el acabado seleccionado cumpla con las normativas locales sobre incendios y emisiones, y solicite muestras para su validación. Por último, al especificar proyectos para zonas costeras del Golfo, exija a los fabricantes datos de ensayos acelerados de envejecimiento y niebla salina; estas métricas objetivas de rendimiento ayudan a garantizar que el acabado elegido conserve su durabilidad y reflectividad durante toda la vida útil del techo.