PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
Los requisitos de mantenimiento a largo plazo de un muro cortina de vidrio y aluminio se centran principalmente en la limpieza rutinaria, las inspecciones regulares y la reparación ocasional de componentes para garantizar su rendimiento continuo y su atractivo estético. La tarea más frecuente es la limpieza de las superficies de vidrio y aluminio. En entornos como Arabia Saudita, donde la acumulación de arena y polvo es común, es necesario lavarlas regularmente para mantener la apariencia del edificio y prevenir la acumulación de corrosión, especialmente en zonas costeras como Dammam. El programa de limpieza varía según la ubicación y las condiciones locales. Además de la limpieza, las inspecciones periódicas, generalmente anuales o bienales, son cruciales. Estas inspecciones deben ser realizadas por técnicos cualificados que revisen el estado de todas las juntas, selladores y uniones. Con el tiempo, los selladores pueden secarse, encogerse o agrietarse debido a la exposición a los rayos UV y a los ciclos extremos de temperatura, lo que compromete la resistencia del sistema a la intemperie. Cualquier sellador deteriorado debe reemplazarse con prontitud para evitar fugas de agua. La inspección también debe abarcar la integridad estructural del sistema, incluyendo la revisión de los puntos de anclaje y la búsqueda de signos de fatiga o daños en el material. Los herrajes de las ventanas o respiraderos operables también deben revisarse y lubricarse para garantizar su correcto funcionamiento. El aluminio de alta calidad, con un acabado duradero de pintura en polvo o anodizado, requiere poco mantenimiento y es resistente a la corrosión, lo que simplifica su cuidado a largo plazo. El mantenimiento proactivo es clave para maximizar la vida útil del muro cortina, que puede superar fácilmente los 50 años, garantizando así que siga siendo una envolvente protectora y atractiva.