PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
La vida útil de un muro cortina de aluminio varía según el diseño, la calidad del material, la exposición ambiental y el mantenimiento, pero los sistemas bien especificados suelen ofrecer entre 25 y más de 50 años de rendimiento fiable. Los factores clave que determinan su vida útil incluyen la calidad de las extrusiones de aluminio (grado de aleación y temple), la selección del acabado (recubrimientos anodizados o PVDF), el tipo de acristalamiento y selladores, y los elementos de fijación resistentes a la corrosión. En climas extremos como el del Golfo Pérsico, donde la radiación UV, el calor y la sal pueden acelerar la degradación, los acabados PVDF de alta calidad y una instalación rigurosa prolongan su vida útil. En climas continentales de Asia Central, los ciclos térmicos y la exposición a la congelación y descongelación exigen juntas resistentes y roturas de puente térmico bien diseñadas para prevenir el deterioro a largo plazo. El mantenimiento rutinario —inspección periódica, sustitución de selladores, limpieza para eliminar sales o contaminantes y reparación de daños localizados— tiene un gran impacto en la durabilidad. Las garantías del fabricante suelen cubrir los acabados y componentes durante 10-20 años, pero una gestión proactiva de los activos puede extender la vida útil más allá de los períodos de garantía. Para los propietarios en Dubái, Doha, Almaty o Taskent, planificar los costos del ciclo de vida, especificar componentes probados y establecer un programa de mantenimiento son las formas más seguras de lograr un valor a largo plazo de las inversiones en muros cortina de aluminio.
