PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
La tasa de expansión térmica de un material es una consideración de ingeniería crítica, particularmente en el Medio Oriente, donde las oscilaciones diarias de temperatura pueden ser drásticas. Cada material (aluminio, madera y piedra) reacciona al calor de manera diferente. El aluminio tiene un coeficiente de expansión térmica relativamente alto, lo que significa que se expandirá y contraerá más que el acero o la piedra en respuesta a los cambios de temperatura. Sin embargo, esto no es una desventaja; es una propiedad de ingeniería conocida que gestionamos expertamente en el diseño de nuestros sistemas de barandillas. Incorporamos juntas de dilatación ocultas y utilizamos sistemas de fijación que permiten movimientos controlados y minuciosos. Esto evita la acumulación de tensión dentro del sistema de barandilla, garantizando que permanezca recto, seguro y estructuralmente sólido durante toda su vida útil sin doblarse ni deformarse. La piedra, por el contrario, tiene una tasa de expansión menor pero es muy rígida y quebradiza. Cuando está constreñido dentro de la estructura de un edificio, incluso su pequeña expansión puede generar una tensión interna inmensa, que puede provocar grietas con el tiempo. La reacción de la madera al medio ambiente es más compleja. Si bien tiene una tasa de expansión térmica más baja, su problema principal es la expansión higroscópica: se hincha y se contrae significativamente con los cambios de humedad. Este movimiento constante es lo que provoca deformaciones, rajaduras y aflojamiento de las uniones, comprometiendo la integridad de la barandilla de una manera mucho más dañina e impredecible que la expansión térmica controlada. Nuestros sistemas de barandillas de aluminio están diseñados inteligentemente para adaptarse al movimiento térmico, convirtiendo una propiedad física conocida en un problema no existente. Esta ingeniería superior garantiza una estabilidad y un rendimiento a largo plazo que materiales menos adaptables como la madera y la piedra no pueden garantizar en un clima extremo.