PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
La resistencia a la corrosión del aluminio es fundamentalmente superior a la del acero o el hierro, lo que lo convierte en la opción ideal para los entornos altamente corrosivos que se encuentran en todo el Medio Oriente, desde la humedad costera de Al Khobar hasta la condensación urbana en Riad. El hierro y el acero son metales ferrosos, lo que significa que contienen hierro, que reacciona con el oxígeno y la humedad para formar óxido de hierro, comúnmente conocido como óxido. Este proceso se acelera agresivamente por la presencia de sal en las zonas costeras. Si bien los recubrimientos protectores como la galvanización o la pintura pueden retrasar este proceso, cualquier rasguño, astilla o imperfección en el recubrimiento expone el acero o hierro en bruto, lo que inicia la oxidación que puede extenderse debajo del acabado, causando burbujas, descamación y, finalmente, una falla estructural. Esto requiere vigilancia y mantenimiento constantes. Sin embargo, nuestra barandilla de aluminio es un metal no ferroso. Su ventaja inherente radica en su reacción natural con la atmósfera. Cuando se expone al aire, el aluminio forma instantáneamente una capa fina, dura y transparente de óxido de aluminio en su superficie. Esta capa de óxido pasivo es increíblemente estable y no reactiva, y actúa como un escudo natural autorreparador que sella el metal contra una mayor oxidación y corrosión. Luego, aprovechamos esta defensa natural aplicando un recubrimiento en polvo robusto de calidad arquitectónica. Este sistema de protección de doble capa hace que nuestra barandilla de aluminio sea prácticamente impermeable a los elementos que destruirían el acero o el hierro. No se oxidará, lo que garantiza que su integridad estructural y belleza estética permanecerán intactas durante décadas, incluso cuando estén expuestas directamente a la niebla salina y a alta humedad. Esto lo convierte en una inversión a largo plazo mucho más confiable y rentable.