PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
Prevenir la corrosión galvánica en sistemas de fachada de metales mixtos exige previsión en la selección de materiales, el diseño de las interfaces y los detalles en obra, especialmente donde el aluminio se une con acero inoxidable, zinc, cobre o acero galvanizado en ambientes salinos del Golfo Pérsico. Comience por seleccionar aleaciones y fijaciones compatibles: acero inoxidable serie 300 para las fijaciones expuestas y arandelas aislantes no conductoras o láminas de polímero en los puntos de contacto. Evite el contacto directo entre el aluminio y los metales más nobles; cuando sea inevitable, especifique recubrimientos protectores o ánodos de sacrificio y asegúrese de que la unión sea accesible para su inspección. Diseñe para el drenaje: el agua estancada acelera la acción galvánica, por lo que debe proporcionar una pendiente positiva, orificios de drenaje y ventilación en las cavidades de los montantes. Utilice materiales aislantes como juntas de EPDM, arandelas de neopreno y selladores no conductores para separar físicamente los metales diferentes. En las interfaces de puertas y marquesinas, preste especial atención a los detalles de las grietas donde los depósitos de sal pueden concentrarse e iniciar la corrosión. Durante la fabricación, evite la contaminación de herramientas con metales mixtos: el uso de estaciones de trabajo y juegos de herramientas separados reduce la contaminación cruzada que puede incrustar metales extraños en las superficies de aluminio. Para proyectos en Oriente Medio y Asia Central, documente las combinaciones de materiales en los planos de taller e incluya evaluaciones de riesgo galvánico en el paquete de control de calidad. Incluya directrices para los instaladores en climas de Asia Central como Bishkek y Dushanbe, donde las prácticas constructivas y los detalles pueden diferir, y documente las estrategias de aislamiento correspondientes. Finalmente, establezca una guía de mantenimiento para el propietario que incluya la limpieza periódica de depósitos de sal, los intervalos de inspección y las acciones correctivas. Estas prácticas de diseño y montaje reducen drásticamente las fallas galvánicas y prolongan la vida útil de la fachada en climas costeros adversos.