PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
El aluminio y el acero inoxidable son materiales de barandilla populares, pero difieren de manera clave. El aluminio es liviano, cuesta menos tanto en la materia prima como en la mano de obra de instalación. Su capa de óxido natural proporciona una excelente resistencia a la corrosión, especialmente cuando está recubierta en polvo o anodizada, ideal para ambientes costeros o de alta humedad. Por el contrario, el acero inoxidable (típicamente grados 304 o 316) cuenta con resistencia superior y resistencia a los rasguños, ofreciendo un acabado elegante y moderno sin recubrimientos adicionales. La mayor densidad del acero puede aumentar la rigidez estructural, pero exige sistemas de soporte más fuertes y hardware de montaje más robusto. Desde el punto de vista de mantenimiento, el aluminio requiere una limpieza e inspección ocasionales, mientras que las barandas de acero inoxidable pueden necesitar mantenimiento pasivo de la capa (limpieza con detergentes suaves) para evitar depósitos de superficie. En cuanto a los costos, el aluminio es generalmente 20-30% menos costoso que el acero inoxidable, pero la longevidad del acero inoxidable y el mantenimiento mínimo pueden compensar los costos iniciales durante décadas. La flexibilidad de diseño también varía: el aluminio se puede extruir en perfiles complejos y formas curvas, mientras que el acero inoxidable sobresale en configuraciones de balaustre soldadas. En última instancia, elegir entre los dos depende del presupuesto, la estética deseada y los factores ambientales, ambos entregan soluciones de barandilla seguras y de alto rendimiento.