PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
El control de calidad de las extrusiones de muro cortina comienza con la recepción del material y continúa durante la extrusión, el mecanizado, el acabado y el montaje. Los fabricantes deben exigir certificados de fábrica para la aleación de aluminio y el temple, inspeccionar las extrusiones entrantes para comprobar su rectitud, defectos superficiales y conformidad dimensional mediante calibradores y galgas de perfil calibradas, y documentar los criterios de aceptación. Los centros de mecanizado CNC y las plantillas deben calibrarse y revisarse periódicamente con galgas maestras para garantizar que las posiciones de los orificios y las tolerancias de las ranuras se ajusten a los planos de taller y las plantillas de anclaje. Implementar inspecciones del primer artículo para nuevos perfiles y muestreo de lotes de producción mediante un plan de inspección documentado y coordinar las mediciones con las dimensiones nominales CAD con bandas de tolerancia vinculadas a las especificaciones del proyecto. Utilizar el control estadístico de procesos (CEP) para supervisar las dimensiones críticas e identificar las desviaciones antes de producir piezas no conformes. El control del acabado superficial (anodizado o recubrimiento en polvo) requiere comprobaciones dimensionales posteriores al acabado, ya que los recubrimientos pueden alterar el ajuste; ajustar las tolerancias para tener en cuenta el espesor del recubrimiento. Mantener la trazabilidad con códigos de lote y muestras de retención para cada lote. Los fabricantes deben realizar pruebas de montaje y maquetas a escala real para confirmar el ajuste e identificar acumulaciones de tolerancias entre los componentes. Proporcionar informes de medición documentados y procedimientos de no conformidad, y exigir a los subcontratistas que sigan el mismo régimen de control de calidad. Finalmente, garantizar que la planta de producción cumpla con las normas de gestión de calidad pertinentes, como la ISO 9001, y que el personal esté capacitado en las rutinas de inspección, lo que reduce los retrasos en la instalación y mantiene el rendimiento de la fachada.