PRANCE metalwork es un fabricante líder de sistemas metálicos para techos y fachadas.
Los contratos de muro cortina suelen especificar una combinación de garantías de producto, de mano de obra y de rendimiento. Las garantías de materiales del fabricante suelen oscilar entre 5 y 10 años para componentes como marcos, revestimientos y herrajes; las garantías de los sellos de borde de las unidades de vidrio aislante (IGU) y del gas aislante suelen ser de 5 a 10 años, con una cobertura reducida a partir de entonces. Las garantías de mano de obra del fabricante también suelen tener una duración de 1 a 5 años, mientras que algunos proveedores ofrecen garantías de rendimiento ampliadas para la estanqueidad al aire y al agua, sujetas al cumplimiento de los programas de mantenimiento. Las obligaciones del proveedor deben ser explícitas: subsanación de defectos dentro de los plazos de respuesta definidos, sustitución de componentes defectuosos a cargo del proveedor, prestación de asistencia técnica e instaladores certificados, y asistencia con las pruebas de aceptación en obra. En proyectos de gran envergadura, se deben exigir fianzas de cumplimiento o garantías de retención para garantizar las obligaciones de garantía y especificar las condiciones bajo las cuales se anulan las garantías (por ejemplo, modificaciones no autorizadas o incumplimiento de los programas de mantenimiento). Se deben incluir protocolos claros para las reclamaciones de garantía, la inspección y la resolución de disputas, y se debe exigir a los proveedores que cuenten con un seguro de responsabilidad civil por productos defectuosos y de responsabilidad civil profesional. Para fachadas con entrega internacional, se debe abordar el apoyo logístico para la obtención de repuestos y la asistencia técnica remota, además del apoyo para la puesta en marcha en obra durante las fases críticas. Asegúrese de que las garantías especifiquen la fecha de inicio (normalmente la fecha de finalización práctica o entrega) y los mecanismos para transferirlas a los nuevos propietarios. Unas condiciones de garantía claras y comercialmente sólidas, alineadas con obligaciones de mantenimiento realistas, reducen el riesgo a largo plazo y alinean los incentivos de los proveedores con la calidad de la entrega.